21
jul '15

Estudiar y trabajar: pros y contras

Las vacaciones de verano están justo en su apogeo y, si eres estudiante, seguramente estás disfrutando esta temporada en grande. Para quienes cursarán a partir de agosto o septiembre el último año de su licenciatura, es muy probable que un cuestionamiento esté rondando su cabeza últimamente: ¿debería estudiar y trabajar al mismo tiempo? Hacerlo cambiará radicalmente tu ritmo de vida pero también puede beneficiarte a corto plazo.

De acuerdo con una encuesta que realizó OCCEducación en 2014 a 500 estudiantes mexicanos que cursaban el semestre final de su carrera, el 90% dijo que en esta época es necesario trabajar y estudiar. Del total de encuestados, el 80% requería trabajar para pagar sus estudios, tener suficientes ingresos para sí mismos o apoyar económicamente a su familia; y el 20%, para adquirir experiencia en su ámbito profesional y alcanzar mejores oportunidades laborales.

Tomar un empleo de medio tiempo o empezar con pequeños trabajos como freelance puede brindarte lo siguiente:

Experiencia y referencias laborales

Sin importar que sea o no un trabajo remunerado, ingresar al campo laboral antes de tu egreso te dará experiencia laboral valiosa para cuando tomes un empleo de lleno. Es importante que des lo mejor de ti y empieces a construir tu red de contactos profesionales. Esto te dará la pauta para abrirte camino en el ámbito que más te interese.

Habilidades para la vida adulta

Ser parte de un proyecto profesional te otorga más que un ingreso propio. Tener un trabajo y hacerte cargo de tareas que involucran el esfuerzo de varias personas, te obliga a ser más disciplinado, responsable y organizado. Estas habilidades no sólo te servirán para desarrollarte de manera exitosa en cualquier otro empleo, sino también en la vida misma.

Autonomía económica

Algo que disfrutarás mucho al recibir tu primer sueldo, será la sensación de haberte ganado ese dinero con tu propio esfuerzo. Con este dinero podrás apoyar a tu familia, invertir en cursos adicionales a tu formación universitaria y, por qué no, darte algunos lujos. No olvides ahorrar un poco de tu sueldo para construir tu propio fondo de emergencias.

Estudiar y trabajar: pros y contras

Indudablemente, trabajar es el complemento ideal para tu formación profesional; sin embargo, puede generarte algunos conflictos:

Bajo rendimiento escolar

Debido a la intensa dinámica que implica estudiar y trabajar al mismo tiempo, podrías dejar de lado la realización de algunas tareas y asignaciones escolares. Para evitar que baje tu promedio académico, debes organizar tus actividades de manera muy precisa. Aprovecha tus traslados para avanzar en tus lecturas y apóyate en tus compañeros de clase para mantenerte al corriente en todas tus asignaturas.

Desbalance físico y emocional

Con tanto qué hacer, podrías descuidarte física y emocionalmente. A pesar de que tengas saturados tus tiempos, procura llevar una dieta balanceada, hacer ejercicio de vez en cuando y recuperar tus horas de sueño los fines de semana. Destina algunos momentos para distraerte a solas, con tus amigos o en pareja. Si estás sano en cuerpo y mente, aguantarás el ritmo más fácilmente.

Falta de tiempo libre

Al iniciar tu vida laboral tendrás menos tiempo para salir con tus amigos y realizar tus pasatiempos favoritos, pero en su lugar obtendrás la experiencia que necesitas para ingresar a un empleo estable cuando egreses. Esto no durará mucho: tan pronto termines la licenciatura, tu día no estará tan ocupado y podrás destinar ciertas horas diarias únicamente a disfrutar lo que tanto te gusta.

Estudiar y trabajar es realmente un desafío; sin embargo, si te organizas bien, cuidas tu salud y eres muy disciplinado, no fallarás en ningún lado. Busca apoyo en tu seres queridos para que salgas victorioso de este reto. Acabas de entrar a una etapa de grandes responsabilidades pero también de grandes recompensas. ¡Tú puedes!