17
feb '15

Cómo afrontar gastos inesperados

La famosa Ley de Murphy reza que todo lo que puede salir mal, saldrá mal, y aún sabiendo esto no es extraño que ciertos eventos nos sorprendan sin los recursos necesarios para solventarlos. Afrontar un gasto inesperado puede desestabilizar gravemente nuestras finanzas personales, y es por eso que debemos prevenirlos.

Los gastos inesperados más comunes están relacionados con problemas de salud repentinos, por ejemplo, accidentes, emergencias, hospitalizaciones y operaciones; reparaciones o percances automotrices; y desperfectos en el hogar, como los fallos electrodomésticos o incluso fugas e incendios.

Cómo afrontar gastos inesperados

Es lógico pensar que la mejor manera de hacer frente a estos imprevistos es a través de la contratación de seguros y, afortunadamente, existen productos diseñados específicamente para cada una de las situaciones anteriores.

Por ejemplo, los seguros médicos te permiten acceder a servicios de salud de calidad en cualquier momento, a través del pago de una cuota mensual. En el mercado de seguros puedes encontrar desde los de gastos médicos mayores hasta los que cubren sólo consultas; el que contrates depende de tus necesidades, tu situación económica, tu nivel de riesgo y la edad de los miembros de tu familia, por lo que siempre debes consultar a un asesor antes de decidir.

Por otra parte, los seguros de vivienda pueden no sólo asegurar el inmueble, sino sus contenidos. Además, es posible obtener descuentos por contar con protección adicional como alarmas, vigilancia y acceso controlado; te pueden enviar una ambulancia o asistencia médica a domicilio en caso de requerirla; y puedes obtener asesoría para reparaciones urgentes en el inmueble o enlaces con especialistas para reparaciones no urgentes.

Asimismo, los seguros para autos tienen distintos beneficios, y si estás pensando en contratar alguno, debes analizar tus características como conductor y las del vehículo que manejas, así como las de las zonas donde pasas la mayor parte del tiempo.

En cualquiera de estas opciones es necesario que revises bien todas las cláusulas para evitar inconvenientes. Otra recomendación útil es revisar, cada cierto periodo, si el seguro que contrataste sigue siendo útil para ti, ya que tu situación puede cambiar con el tiempo y probablemente lo que elegiste deje de funcionar para lo que necesitas.

Sin embargo, un seguro, o varios, no pueden salvarte de todos los imprevistos. Por eso es acertado mantener un fondo de emergencia. Éste debe solventar tus gastos de 3 meses en el supuesto de que perdieras tu empleo (que puede ser otro evento inesperado), aunque algunos expertos recomiendan cubrir hasta 6 meses. El principal riesgo de un fondo de emergencia es la tentación de usarlo para gastos menos importantes, pero con administración, constancia y conciencia, puede representar tu salvación durante una crisis.

Ahora que sabes cómo hacer frente a gastos inesperados, haz cuentas, consulta un asesor y no permitas que un incidente ponga en riesgo tus finanzas personales.